IMPLICACIONES SOCIALES INDUCIDAS POR EL COVID
23 Aprile 2020IMPLICACIONES SOCIALES INDUCIDAS POR EL COVID 19
por Redacciòn
Los primeros, fragiles y ambiguos signos de estabilización de la pandemia de Covid19 induce a muchos a dibujar escenarios socio-económicos “posteriores” a la emergencia.
Aqui trato de dar una primera foto del debate que se va desarrollando (en particular en Italia).
Los ejemplos de cómo la emergencia está acelerando las transformaciones de época comienzan con el “trabajo ágil” desenfrenado o el “trabajo inteligente” (vulgarmente llamado smart-working). Este no es el lugar para evaluar las consecuencias psicosociales, en términos de alienación y autorrealización, del trabajador “ágil” o “smart”. Aquí es importante resaltar las implicaciones inducidas por las nuevas formas de trabajar en la definición de espacios para actividades que hoy parecen remotas con una considerable ventaja económica.
En el sector inmobiliario, el análisis dominante se limita a la pérdida de valor de los activos debida a la caída de la demanda y de las ventas. Más importante es comprender las transformaciones derivadas de la evolución de los procesos de digitalización que vinculan cada vez más el valor de las propiedades a la dimensión inmaterial, es decir, al valor intangible, estético-artístico o tecnológico-funcional.
En el sector bancario, después de un esfuerzo por equipar a los empleados con las herramientas para trabajar desde casa, parece que las principales instituciones han logrado excelentes resultados, llegando incluso, en algunos casos, duplicar la eficiencia de trabajo en el primer mes de trabajo remoto. En el futuro, ¿valdrá la pena que los bancos mantengan los costos fijos de las oficinas cuando muchas actividades se pueden llevar a cabo de manera efectiva desde casa, con indudables ventajas ambientales para reducir los viajes en automóvil? ¿La empresa abandonará las oficinas fuera de la ciudad para favorecer el trabajo inteligente y mantener solo la sede de la ciudad para reuniones y representación ¿.
Otra inquietud está relacionada con el mundo de la educación. Las escuelas y universidades tradicionales, cerradas por la emergencia, además del “trabajo inteligente” para los empleados, han descubierto los métodos de enseñanza a distancia a través de lecciones en video y plataformas interactivas. El riesgo aquí es el de la “uberización” de la capacitación, donde solo un maestro (y un maestro solo, ¿con suerte el mejor …?) podría impartir capacitación sincrónica o asincrónica a miles de estudiantes deslocalizados. Este enfoque sería a expensas de los valores milenarios, como la interacción directa de maestro/alumno y el espíritu de la comunidad estudiantil, y evidentemente, haría innecesaria la actual y onerosa disponibilidad de aulas y profesores.
Por lo tanto, es seguro que la arquitectura de los edificios de oficinas y educativos tendrá que cambiar profundamente para seguir siendo atractiva y conveniente. Se debe potenciar la dimensión social e interactiva, buscando la personalización de espacios con servicios físicos y digitales para los usuarios. La revolución ya había comenzado (piensese en la sede de Google y Nike en los Estados Unidos); la emergencia Covid 19 solo aceleró el cambio ya en marcha. Y así, las escuelas y las universidades tendrán que repensar su organización explotando las tecnologías digitales en un modelo híbrido de capacitación e investigación que desarrolle una matemática cada vez más personalizada y flexible.
Si las oficinas y los espacios de capacitación son las áreas más afectadas por la ola digital, los residenciales e industriales también se verán afectados. En el sector residencial, además de la necesidad de espacios funcionalizados para el trabajo en el hogar y el aprendizaje a lo largo de la vida, se prevé el desarrollo de tecnologías para la hospedación en el hogar, con el objetivo de relajar la presión sobre el sistema hospitalario y volver a conectar las situaciones de aislamiento de la sociedad que envejece.
En el sector de producción industrial, ya modificado por la robótica y la automatización, la ola tecnológica y la nueva conciencia social y de salud conducirán a la re-funcionalización de los edificios de producción, siempre orientados a la personalización de los servicios físicos y digitales.
La dramática crisis estructural que afecta al sector inmobiliario, ahora exacerbada por la emergencia, no puede resolverse mediante inversiones públicas destinadas a preservar su frágil status quo. El mantra “volvamos a abrir los patios” no será suficiente. Segun algun expertos será necesaria una profunda reconfiguración del sector que, frente a la atomización dimensional, las deficiencias de infraestructura (por ejemplo, hospitales) y la “renuencia ancestral al cambio”, deberán remodelar los valores del entorno construido, basándolos en la sostenibilidad, la digitalización, la innovación social y las nuevas servicios personales.
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